La lencería de nuestra cama y hogar es un reflejo de la higiene y orden que tengamos en la misma
Y muchos de estos objetos son algunos con los que más interactuamos en nuestra vida cotidiana, como el sofá, sillas y por supuesto, nuestra cama
Las sábanas, cobijas y demás ropa de cama suele acumular mucho mugre, que va desde nuestro propio sudor y demás, hasta el polvo presente en la habitación o entrante del exterior
Cuando dormimos, mucho de este mugre puede quedarse en nuestra piel o inclusive entrar a nuestras vías respiratorias, por lo que es de suma importancia mantener un aseo constante
Según diferentes profesionales, lo ideal es cambiar al menos una vez por semana todas las sábanas y tendidos de nuestra cama
Sin embargo, las fundas de las almohadas se recomienda cambiarlas al menos 2 veces o por lo menos limpiarlas entre medio para evitar acumular mugre
Las cobijas y edredones se recomienda que se cambien máximo cada 15 días, aunque dependerá del uso de los mismos y del higiene de la habitación
Así mismo, es recomendable que cada que cambiemos de sábanas y tendidos, sacudamos y/o aspiremos el colchón para sacar el polvo impregnado en el mismo
Por último, también se recomienda fumigar periódicamente el colchón para eliminar ácaros y demás microorganismos que causen alergias o problemas de salud