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Oraciones •
En los momentos de mayor complejidad la oración es un pequeño camino para no sentirse abandonado, hallando la respuesta y solución a todos los problemas. La oración, además de ser un momento de reflexión y súplica, es un espacio de conexión con lo divino y consigo mismo, pues es allí cuando se puede comprender la razón de algunas cosas, o simplemente aceptar el proceso.
Cuando se pide por un milagro divino en situaciones complejas, es necesario que toda oración sea hecha de corazón y con completa fe; de este modo, estas podrían tener mejores resultados y dando solución a aquello que aqueja. La clave de la prosperidad de cada oración está en la conexión que se establezca en la petición y el ser a quien esta le será pedida.
¿A quién pedir un milagro?
Si bien toda súplica puede ser dirigida hacia cualquier Santo, existe uno que, por lo general, es quien toma en sus manos los casos de gran urgencia: San Judas Tadeo, considerado el “Patrono de las causas imposibles”.
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De acuerdo con el medio católico ACI Prensa, este Santo es uno de los más populares, ya que consigue que aquellos que lo siguen recen con fe, en especial para conseguir trabajo o casa.
Oración para pedir un milagro
Horarios de Misa, un portal religioso de misas, brinda una corta oración que puedes hacer a San Judas Tadeo para suplicar por un milagro urgente, ya sea para curar alguna enfermedad, conseguir trabajo o encontrar vivienda:
“En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
Apóstol gloriosísimo de Nuestro Señor Jesucristo, aclamado por los fieles con el dulce título de Abogado de los Casos Desesperados, hazme sentir tu poderosa intercesión aliviando la gravísima necesidad en la que me encuentro.
Por el estrecho parentesco que te hace primo hermano de Nuestro Señor Jesucristo, por las privaciones y fatigas que por Él sufriste, por el heroico martirio que aceptaste gustoso por su amor, por la promesa que el divino Salvador hizo a Santa Brígida de consolar a los fieles que acudiesen a tu poderosa intercesión, obtenme del Dios de las misericordias y de su Madre Santísima la gracia que con ilimitada confianza te pido a Ti, Padre mío bondadosísimo, seguro que me la obtendrás siempre que convenga a la gloria de Dios y bien de mi alma. Así sea.
Glorioso Apóstol San Judas Tadeo, ruega por nosotros (repetir tres veces).
Te imploro hagas uso del privilegio especial que se te ha concedido, de socorrer pronto y visiblemente cuando casi se ha perdido toda esperanza. Ven en mi ayuda en esta gran necesidad, para que pueda recibir consuelo y socorro del cielo en todas mis necesidades, tribulaciones y sufrimientos, particularmente… (hacer la petición), y para que pueda alabar a Dios contigo y con todos los elegidos por siempre.
Te doy las gracias, glorioso San Judas, y prometo nunca olvidarme de este gran favor, honrarte siempre como mi patrono especial y poderoso y, con agradecimiento hacer todo lo que pueda para fomentar tu devoción.
Amén”.
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