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Oraciones •
Los Salmos son una colección de 150 poemas y cánticos que se encuentran en el Antiguo Testamento de la Biblia. Han sido utilizados durante siglos para la adoración, oración, meditación y como protección para los creyentes, un ejemplo es para alejar a la brujería y la magia negra, te contamos cuál salmo te sirve.
Al ser tantos, diversos temas, entre los que están la alabanza y adoración a Dios; súplicas y peticiones en tiempos de dificultad; acciones de gracias por la bondad de Dios; reflexiones sobre la ley de Dios y la sabiduría; lamentos por el sufrimiento y la injusticia; y Salmos proféticos que apuntan hacia el mesías.
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Varias personas también lo leen para entender sobre la naturaleza de Dios. Sin embargo, si lo que buscas es la protección del mal de las personas malas, te dejamos el salmo poderoso para ahuyentar las malas energías.
El salmo poderoso de protección para alejar la brujería
Se trata del Salmo 35, el cual es considerado como una súplica apasionada y ferviente a Dios, donde el salmista clama por justicia y protección contra sus enemigos. Se clasifica como un salmo imprecatorio, un género en el que se invoca a Dios para que traiga juicio sobre aquellos que causan daño.
Lee en voz alta y con fe:
1. Ataca, Señor, a los que me atacan, combate a los que me combaten.
2. Ponte la armadura, toma el escudo, y te levantas para venir a socorrerme.
3. Blandes la lanza y el hacha contra mis perseguidores, y a mí me dices: “¡Yo soy tu salvación!”
4. Que sean humillados y fracasen los que quieren mi vida, que retrocedan y sean confundidos los que rumian mi desgracia.
5. Que sean como pelusa al viento, acosados por el ángel del Señor.
6. Que su camino sea oscuro y resbaladizo, perseguidos por el ángel del Señor.
7. Sin motivo me tendieron una trampa, y cavaron una fosa para mí.
8. Que sin aviso venga sobre ellos la ruina, que queden atrapados en su trampa y caigan en su fosa.
9. Y mi alma se alegrará en el Señor, muy contenta con su intervención.
10. Todo mi ser exclamará: “Señor, ¿quién hay como tú, que libras al débil de la mano del fuerte, y al pobre y al pequeño del que los despoja?”
11. Falsos testigos se levantan en mi contra, me interrogan por cosas que yo ignoro;
12.me devuelven mal por bien, y me miran cómo me debato.
13. Pero yo, cuando se enfermaban, me vestía de saco, ayunaba, hacía penitencia, y no cesaba de rezar por ellos.
14. Caminaba sin rumbo como por un amigo o un hermano, me curvaba de tristeza como quien llora a su madre.
15. Pero en cuanto caí, se alegraron y se juntaron todos contra mí como extranjeros o desconocidos.
16. Sin cesar me desgarran esos hipócritas, burlándose de mí continuamente y rechinando contra mí los dientes.
17. Señor, ¿te quedarás mirando? Rescátame de los leones rugientes, pues no tengo sino una vida.
18. Te daré gracias en la gran asamblea, te alabaré cuando esté todo el pueblo.
19. Que no se rían los que me odian sin razón, ni se guiñen el ojo, pues no tienen excusas.
20. Esa gente no quiere la paz para los pacíficos del país; siniestros planes han maquinado
21. Y hablan abiertamente contra mí: “¡Sí, sí”, dicen, “nosotros lo hemos visto!”
22. Tú, Señor, que lo has visto, no te quedes callado, ¡no te apartes de mí, Señor!
23. Despiértate y levántate, que es tiempo de juzgar. Señor, Dios mío, toma mi defensa.
24. Júzgame, Señor, tú que eres justo, y que no puedan reírse de mí,
25.ni digan: “¡Salió tal como queríamos, al fin lo hemos devorado!”
26. Queden avergonzados y humillados, todos los que se ríen de mi desgracia. Queden cubiertos de infamia y de desprecio los que se alzan contra mí.
27. Ríanse y alégrense los que creen en mis derechos, y que puedan decir siempre: “¡Grande es el Señor, pues supo defender a su servidor!”
28. Yo les diré que tú eres justo, todo el día te alabaré.
