Las ollas son esenciales en cualquier cocina, pero a veces el uso diario y ciertos descuidos las dejan con restos quemados difíciles de remover. Este problema puede ser frustrante, ya que las manchas persistentes parecen adherirse a la superficie sin intención de salir. Muchos optan por usar fuerza excesiva o productos abrasivos que, aunque efectivos, terminan dañando el material de las ollas con el tiempo.
Sin embargo, mantener tus ollas en buen estado no requiere técnicas agresivas ni productos costosos. Existen métodos sencillos, con ingredientes comunes, que pueden restaurarlas a su brillo original sin poner en riesgo su durabilidad. Varias recetas caseras destacan por su eficacia para eliminar restos quemados y devolver a las ollas su apariencia limpia y lista para usar.
Casalimpia, el sitio web de consejos para la limpieza del hogar, recomienda 5 trucos que funcionarán para que tus ollas queden brillantes e impecables, como si nunca se hubieran quemado.
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Conocido por muchas personas como un gran limpiador y blanqueador, el bicarbonato es una buena opción para quitar lo pegado de las ollas. Toma una olla y añade una cucharada de bicarbonato en un litro y medio de agua; después, pon a calentar la mezcla hasta que hierva.
Cuando la apagues, toma una espátula resistente al calor y comienza a raspar la olla, luego botas la mezcla y verifica las partes que no lograron retirarse para volver a raspar con la espátula.
Pon en la olla una taza de vinagre blanco y una de agua, pon a calentar a fuego medio hasta que hierva. Baja el fuego hasta que la mezcla se evapore, deja que la olla se enfríe y luego limpia el fondo con una esponja.
Inicia limpiando la olla con una esponja e intenta retirar lo que más puedas de lo que está quemado; después añade a la olla una taza de agua y dos cucharadas de sal. Deja que repose por 30 minutos y luego frota en movimientos circulares. Si aun con esto no has logrado eliminar lo quemado, vuelve a calentar el líquido y frota nuevamente al enfriarse.
Mucho se ha escuchado que la gaseosa ayuda a destapar cañerías, pero una de estas te ayudará a que lo quemado que quedó en la olla se vaya. Consigue una gaseosa de cola (negra) personal y viértela toda en la olla para ponerlo a hervir a fuego lento; luego, toma una esponja y frota el fondo de la olla hasta que quede impecable.
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Este puede ser uno de los métodos más sencillos y que menos esfuerzo pueden requerir. Debes tomar un limón cortado a la mitad y frótalo en el fondo de la olla. Toma una esponja y frota en movimientos circulares y poco a poco lo quemado comenzará a irse; pero si no quita, repite el proceso las veces que sean necesarias.
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