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Carolina Soto tiene más de tres millones de seguidores en su perfil de Instagram, red social en la que es muy activa. Allí, frecuentemente comparte contenido de todo tipo para su fanaticada. La presentadora suele hacer publicaciones de su vida familiar, personal, etc.
El pasado 10 de marzo, Soto publicó un video en el que reveló detalles inéditos de sus inicios en el mundo de las redes sociales.
“Mi primera publicación en Instagram fue en agosto de 2012 (…) En esa época yo subía fotos mías como modelo. Eran imágenes viejas, no eran del momento. En ese instante, Instagram se usaba como un álbum de fotos personal y no como una herramienta de trabajo. Qué oso. Yo en ese momento no tenía filtro y subía cuanta foto se me atravesara”, reveló inicialmente.
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Luego, la presentadora explicó que, para esa época, trabajaba como modelo para la marca de ropa ELA. Ella solo tomaba las fotos para el catálogo de sus colecciones. Sin embargo, ella decidió hacer algo ‘extra’ y aportar su valor agregado.
“Querida, yo decidí hacer algo diferente. Esto nadie me lo pidió. Yo simplemente me ponía la ropa de ELA para presentar el noticiero, me tomaba una foto y los mencionaba en mis redes sociales”, contó.
Este paso de Soto le permitió crecer en poco tiempo en Instagram, ganándose muchos seguidores y creando una comunidad muy fuerte que la quiere y la respalda. Con el paso de los meses, la presentadora empezó a recibir regalos de muchos negocios. Ella lo que hacía era que utilizaba sus redes para promocionarlos de forma gratuita.
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Después de llevar un tiempo haciendo esto, Carolina Soto fue sorprendida por una reconocida marca que le pidió hacer una pauta.
“Un año después llegó mi primera pauta paga. ¡No! ¡Yo no lo podía creer! La primera marca que me pagó fue Tosh, los cereales. Me dieron $500.000 y yo ya me sentía millonaria. ¡No, es que miren las fotos! Este era el contenido que se me ocurría a mí en esa época. ¿En qué me gasté mi primer pago como creadora de contenido? En un cepillo alisador para el pelo, que porque yo tenía que estar regia en las publicaciones. Además, no sirvió de nada, se fundió a los días y no hizo sino quemarme el pelo. También me compré un palo para selfi, porque obviamente yo quería seguir creando contenido”.
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