A San Judas Tadeo se le suele pedir intercesión por una gran variedad de situaciones difíciles y problemáticas, usualmente, relacionadas con la salud, el trabajo, las relaciones, familiares, amorosas y de amistad; y en general cualquier situación que pueda considerarse difícil de resolver.
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Hay varias oraciones para pedirle a San Judas Tadeo por diferentes causas, e incluso, puede realizarse una novena, como su nombre lo indica, por nueve días consecutivos y es perfecta para pedir por la intercesión en situaciones que parecen no tener solución. Puede complementar esta novena con alguna oración poderosa diariamente.
Estas son tres oraciones para pedir a San Judas Tadeo.
¡Oh, Santo Apóstol San Judas, siervo fiel y amigo de Jesús! La Iglesia te honra e invoca universalmente como el patrón de los casos difíciles y desesperados.
Ruega por mí, estoy solo y sin ayuda y siento gran soledad. Haz uso te imploro, del privilegio especial a ti concedido, de socorrer pronto y visiblemente cuando casi se ha perdido toda esperanza.
Ven en mi ayuda en esta gran necesidad, para que pueda recibir el consuelo y el socorro del Cielo en todas mis necesidades, tribulaciones y sufrimiento, particularmente (aquí puede hacer su petición) y para que pueda alabar a Dios contigo y con todos los elegidos por siempre.
San Judas Tadeo, intercesor de todo problema difícil, consígueme un trabajo en que me realice como humano y que a mi familia no le falte lo necesario en ningún aspecto de la vida, que lo conserve a pesar de las circunstancias y problemas adversos. Que en él progrese mejorando siempre mi calidad y gozando de salud y fuerza. Que día a día trate de ser útil cuidando a cuantos me rodean.
Asocio tu intercesión a la Sagrada Familia, de la cual eres pariente y prometo difundir tu devoción como expresión de mi gratitud a tus favores.
Esta oración puede ser realizada el 28 de cada mes, siempre haciendo una confesión y con devoción.
Bondadoso protector mío, San Judas Tadeo, que recibiste de El Salvador la gracia de la vocación al apostolado para seguirle más de cerca en la práctica de las virtudes y predicar su Evangelio, que tuviste el don de conmover los corazones con tus ejemplos y tus enseñanzas, el poder de obrar milagros y que diste tu vida en defensa y testimonio de la Fe, recibe mis parabienes por estos grandes privilegios y acepta gustoso esta visita que te hago en agradecimiento de favores obtenidos y para obtener nuevas gracias por tu mediación.
Alcánzame un grande amor al Divino Maestro, que me aliente en la práctica de la virtud, me consuele en mis tribulaciones y sostenga mi esperanza cuando el infortunio y la desgracia me acrisolen. No permitas jamás que la falta de confianza en la Providencia divina me aparte del amor y servicio de Dios. Dame tu protección, San Judas, y alcánzame lo que necesito y pido para mi bien temporal y eterno.
Amén.
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