Una de las partes más visibles del cuerpo, y que hace parte de la primera impresión de una persona, es su rostro; pues puede reflejar vitalidad, indicar afecciones de salud y hasta acumular impurezas que se reciben por el entorno día a día, lo que hace necesario usar productos y métodos diversos para mejorar la apariencia de esta.
A su vez, con el paso del tiempo la piel va perdiendo elasticidad y la producción de ciertos componentes esenciales, por lo que es recomendable que las personas cuiden su piel ante la exposición solar y otros factores que pueden influir en la mala salud cutánea por parte de las irritaciones, deshidratación, entre otros problemas comunes de este órgano del cuerpo.
Por ese motivo, es fundamental cuidar la piel de la cara, ya que te hace ver más saludable y te brinda otros múltiples beneficios como el “retraso del envejecimiento” de la piel y la apariencia saludable de la misma, por lo que aquí te contamos de qué se trata el método de la ‘doble limpieza’ y cómo hacerlo todos los días:
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¿Qué es la ‘doble limpieza’?
Algunas personas piensan que la doble limpieza del rostro se refiere a hacer la rutina de limpieza dos veces, pero esto no es correcto; pues, según la facialista Cristina Galmiche, consultada por el portal ‘Vogue España’, la doble limpieza se trata de utilizar dos tipos de producto para limpiar el rostro.
De acuerdo con la experta, el primero de ellos es un producto que tenga la capacidad de retirar la suciedad oleosoluble como el maquillaje o el protector solar, que solo se arrastra con bases de aceite, y otro limpiador para las impurezas hidrosolubles, como las partículas de polvo y células muertas.
Paso a paso para hacer correctamente la doble limpieza en tu rostro
A continuación te contamos qué tipo de productos puedes utilizar y cómo hacer este “ritual de limpieza”. Recuerda que aplica para cualquier tipo de piel y se recomienda hacer una o dos veces al día, siempre y cuando esté guiado por un profesional que conozca las condiciones de tu piel:
1. Lo primero que debes hacer es encontrar el mejor momento para hacerlo, la mañana y la noche suelen ser grandes opciones; pues en la noche se viene de un día en el que la piel está recargada de las impurezas en el ambiente y en la mañana la piel del rostro suele tener exceso de grasa y sudor.
2. Luego, deberás hacer la primera fase de limpieza con un producto con textura oleosa, que puede ser una leche limpiadora, aceite o bálsamo que sean limpiadoras y desmaquillantes.
3. Posteriormente, tendrás que hacer la segunda fase de la limpieza con un producto de textura acuosa, como un agua micelar o un limpiador en espuma o gel.
4. ¡Y listo! Puedes continuar con tu ritual diario de cuidado de la piel.
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