Si usted es padre, madre, tío o hermano mayor puede que no entienda diferentes términos que usan los jóvenes al expresarse o hacer contenido en redes sociales, donde suelen crearse tendencias de nuevas palabras o códigos que solo entienden ellos como por ejemplo “lit”, “pov”, “shippear”, “chetado”, “piquete”, “F”, “si soy”, “red flag”, “cringe” o “random”.
Si no tiene entre 12 y 25 años, es probable que no comprenda el significado de las palabras anteriores y menos si una oración tiene varias de ellas, pues hacen parte de la jerga juvenil, que tiene preocupada a la RAE.
Es cierto que los jóvenes tienen una gran capacidad para crear nuevas palabras y expresiones, ya que están en la adolescencia, etapa de la vida en la que la pertenencia al grupo es muy importante y tener una jerga les permite sentirse parte de una comunidad y diferenciarse de los adultos.
Sin embargo, es importante que los jóvenes también aprendan a utilizar el lenguaje formal en las diferentes situaciones comunicativas porque es esencial para su desarrollo intelectual. El lenguaje es una herramienta fundamental para el pensamiento, la expresión y el aprendizaje.
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La preocupación de la RAE
La Real Academia Española ha publicado recientemente un informe que alerta sobre la situación del lenguaje en España. Según ‘La enseñanza de la lengua y la literatura en España, con especial atención al uso, el conocimiento y el aprendizaje del español’, los jóvenes presentan carencias en cuanto a la comprensión lectora, la fluidez expresiva y el conocimiento del vocabulario. Además, muestran poco interés por la literatura y las lenguas clásicas.
Este texto también destaca la importancia de la enseñanza y el aprendizaje del español como lengua materna.
¿Qué hacer para mejorar?
Para dar solución a este panorama, la RAE propone, entre otras medidas, clarificar la distinción entre competencias y contenidos en el aprendizaje, fomentar la formación del profesorado y trabajar coordinadamente entre las diferentes etapas educativas.
No obstante, es importante que los jóvenes se interesen por el lenguaje y lo valoren como una herramienta poderosa. Algo que los padres pueden empezar a trabajar con ellos, ofreciéndoles oportunidades para aprender, utilizar y disfrutar de las palabras. Pueden, por ejemplo, fomentar la lectura, la escritura creativa y el debate.
Por su parte, los docentes pueden aplicar estas iniciativas:
• Trabajar coordinadamente entre las diferentes etapas educativas desde infantil hasta los estudios universitarios, dado que cada etapa educativa no puede concebirse como un compartimento estanco.
• El tratamiento de la tecnología al servicio de la humanidad y su inclusión para un aula y aprendizaje mejores (no más fáciles), siempre bajo una supervisión adulta.
Actividades divertidas para jóvenes
El lenguaje y la comunicación son necesarios para expresar y comprender los sentimientos, es algo que les va servir a los jóvenes para destacar en sus ambientes educativos y laborales, por lo que hacerlo entender puede ser todo un reto. Sin embargo, hay formas de hacer este aprendizaje más sencillo.
NeuronUP, plataforma web de neurorrehabilitación, recomienda las siguientes actividades:
- Jugar al ahorcado, teniendo en cuenta las reglas gramaticales.
- Adivinar objetos con pistas fonológicas.
- Frases orales verdaderas o falsas que coincidan con lo que se está viendo.
- Ordenar las letras para adivinar la palabra escondida.
- Formar palabras con determinadas letras.
