Diariamente, muchas personas ponen en manos de Dios, de los santos y más seres celestiales sus vidas y la de otras personas; así como podemos rezar y pedir por cosas que deseamos y/o necesitamos, nunca deberíamos olvidarnos de pedir por estar protegidos de todo mal, pues sabemos que podemos correr el riesgo de sufrir por algún acontecimiento.
El Arcángel San Miguel es a quien más debemos pedirle por su protección. Según las escrituras, San Miguel es un ángel que lleva el título de Arcángel, es decir, en el jefe de ángeles; sin embargo, algunos versículos dicen “el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel” (1 Tesalonicenses 4:16), lo que se puede interpretar como que Jesús es también San Miguel.
EWTN, como portal católico, cuenta con las oraciones que puedes hacerle a San Miguel para pedir que te proteja ante todo mal, en donde tienes dos opciones que servirán para obtener su protección:
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San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha.
Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio.
Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica.
Tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido,
arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo
para la perdición de las almas. Amén.
Oh gloriosísimo San Miguel Arcángel, príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales, custodio y defensor de las almas, guarda de la Iglesia, vencedor, terror y espanto de los rebeldes espíritus infernales. Humildemente te rogamos, te digne librar todo mal a los que a ti recurrimos con confianza; que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos defienda y que, mediante tu incomparable protección adelantemos cada vez más en el servicio del Señor; que tu virtud nos esfuerce todos los días de nuestra vida, especialmente en el trance de la muerte, para que, defendidos por tu poder del infernal dragón y de todas sus asechanzas, cuando salgamos de este mundo seamos presentados por ti, libres de toda culpa, ante la Divina Majestad.
Amén.
De acuerdo con Hozana, durante mucho tiempo solía hacerse esta oración al finalizar la misa, pero hacia 1886 el papa León XIII retiró esta “obligación”; sin embargo, el papa Juan Pablo II recomendó que esta sea realizada diariamente.
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Igualmente, las fiestas de San Miguel son realizadas en varias ocasiones al año, pero cuando es celebrado el día de los santos arcángeles, que se celebra el 29 de septiembre, se recomienda que hagas estas oraciones para consagrarte o renovar tu consagración.
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