Paola Pimiento, enfermera y fundadora del blog especializado ‘Maternar’, explicó en un video la importancia de lavar la ropa de un recién nacido, ya que esta puede tener restos de sustancias o productos con los que se fabrican las telas, y que en su manipulación y transporte pueden quedar en la ropa nueva.
“Es importante que todo lo laves así esté nuevo antes de utilizarlo con tu bebé, se puede lavar a mano o en lavadora, hay telas bastante delicadas y con ese tipo se puede lavar a mano, pero es importante ser prácticas por la cantidad de ropa que se va ensuciando“, explicó.
Frente al jabón, hizo énfasis en no utilizar aquello que tienen mucho aroma, ya que los bebés están susceptibles a los olores, lo que puede ser molesto. “Utiliza un jabón neutro, lo más suave posible y con menos químicos”. Esta práctica es recomendable por lo menos durante los primeros 6 meses de vida del menor.
Teniendo en cuenta lo anterior, puedes seguir los siguientes consejos para lavar la ropa de bebé de forma correcta:
• Utilizar suavizante: aunque esto puede tener un aroma que se te hace agradable, Mónica López, que trabaja en una empresa dedicada a la fabricación y distribución de todo tipo de tejidos, expresa que el suavizante, al ser el último producto de lavado, puede dejar restos en la tela, generando alguna reacción o irritación en la piel del bebé. En vez de esto, puedes utilizar aceites esenciales para bebés.
• Utilizar la secadora: lo mejor es siempre secar la ropa al aire libre y de hacerlo en secadora, debe ser a una temperatura bastante baja. Así se puede evitar que la ropa se encoja o desgaste rápido.
• Agua caliente: aunque parezca más efectiva para eliminar gérmenes, no es recomendable para lavar la ropa de bebé debido a la sensibilidad de su piel. Las altas temperaturas pueden irritar y resecar su delicada epidermis, provocando sarpullidos o enrojecimiento, además, puede dañar las fibras de la ropa.
El Dr. Javier Torres Muñoz, Pediatra Neonatólogo, explicó que la piel de los bebés está en un proceso de desarrollo, razón por la que toca tomar medidas preventivas.
“La piel puede demorar entre 1 o 2 años en lograr tener un proceso de maduración parecido al del adulto. Todo ese tiempo requiere tener unos cuidados diferentes a los que se tiene con la piel del adulto; los productos, todo lo que utilicemos en la piel del bebé es diferente a los que utilicemos en la piel del adulto, por eso la piel hay que cuidarla mucho y hay que cuidarla en el sentido de irla llevando a que no se desarrollen enfermedades”, aseguró.
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