La respuesta a esta duda no siempre es evidente, ya que depende de factores como el diseño del sistema, la eficiencia energética del equipo y el entorno donde se utiliza.
Mantener el aire acondicionado encendido todo el tiempo podría garantizar una temperatura constante, mientras que encenderlo solo cuando es necesario parece ser una opción más económica. Pero, la pregunta es, ¿qué implica realmente cada una de estas prácticas en términos de consumo energético y gastos en la factura eléctrica? Para entenderlo mejor, es importante analizar cómo funciona este sistema y cuáles son las variables que afectan su eficiencia.
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Según el portal web de la empresa de equipos de calefacción Caseragua si bien el aire acondicionado cumple un papel fundamental en muchos hogares, empresa y otros espacios, una posible desventaja es que tienen un alto consumo de energía que luego se refleja en las facturas de los servicios.
De este modo, Caseragua explica que al encender y apagar el aire acondicionado se “reanuda su funcionamiento con cierta aceleración” llevando a que haya un mayor consumo de energía. Si solo se enciende una vez, el aumento solo se dará una vez y no afectará tanto la factura, pero si se repite el aumento será notorio.
La empresa de calentadores recomienda buscar en el mercado el aire de mayor categoría, es decir, este electrodoméstico tiene en el mercado categorías que van de la A a la G, y un equipo G permitirá ahorrar un aproximado del 60% de energía comparado con los otros.
Asimismo, siguiendo estos consejos podrás consumir menos energía:
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TS Clima, una empresa de expertos en climatización de España, describe que dicho electrodoméstico se compone de diferentes partes que cumples funciones diferentes: