Evangelio del día: esta es la lectura de la Biblia para hoy

Foto: Getty Images

Evangelio del día: esta es la lectura de la Biblia para hoy, miércoles 21 de agosto

Refuerza tu fe con la lectura diaria del evangelio: descubre el mensaje de la Biblia para hoy.

dchaparro

Jesús es una figura central en la tradición católica y cristiana, su influencia trasciende generaciones. Su llegada a la Tierra tuvo como propósito principal transmitir el mensaje de Dios, revelando la esencia divina que se manifiesta en la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Más allá de sus palabras, su vida se convirtió en un ejemplo a seguir para toda la humanidad.

La trascendencia de Jesús fue tal que sus enseñanzas fueron cuidadosamente recogidas por sus discípulos en las Sagradas Escrituras. Estos textos no solo han perdurado a lo largo del tiempo, sino que han servido como guía espiritual para millones de personas, asegurando que su mensaje continúe vivo a través de las generaciones.

Por esta razón, el Vaticano, sede central de la Iglesia Católica, se esfuerza por mantener viva la conexión de los fieles con su fe. A través de su página web, comparte la palabra de Dios, ofreciendo un espacio donde los creyentes pueden encontrar inspiración y mantener su compromiso espiritual.

Lectura del día para este 21 de agosto – profecía de Ezequiel

Ez 34, 1-11

En aquellos días, el Señor me habló y me dijo: “Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel y diles: ‘Esto dice el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No deben los pastores apacentar a las ovejas? Pero ustedes se toman la leche de ellas, se visten con su lana, sacrifican las ovejas mejor alimentadas y no apacientan al rebaño. No fortalecen a las ovejas débiles, no curan a las enfermas ni cuidan a las que están heridas. No hacen volver a las descarriadas ni buscan a las perdidas, sino que las dominan con crueldad y violencia.

Mis ovejas se han dispersado por falta de pastor y se han convertido en presa de todos los animales salvajes. Mi rebaño anda errante por todas partes, por los montes y las colinas; mi rebaño anda disperso por toda la superficie de la tierra y no hay nadie que se preocupe de él, nadie que lo busque’.

Te puede interesar: Con inteligencia artificial revelan posible rostro de Jesús de Nazaret

Por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor: ‘Mi rebaño ha sido expuesto al pillaje y se ha convertido en presa de todos los animales salvajes por falta de pastor, pues mis pastores no se preocupan por mi rebaño; se apacientan a sí mismos y no apacientan a mi rebaño’.

Por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor: ‘Lo juro por mi vida: Me voy a enfrentar a los pastores para reclamarles mis ovejas y destituirlos de su cargo. Los pastores ya no volverán a apacentarse a sí mismos. Les arrancaré mis ovejas de la boca y no se las volverán a comer’. Esto dice el Señor: ‘Yo mismo buscaré a mis ovejas y las cuidaré’.

Evangelio del día según san Mateo para hoy, 21 de agosto

Mt 20, 1-16

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “El Reino de los cielos es semejante a un propietario que, al amanecer, salió a contratar trabajadores para su viña. Después de quedar con ellos en pagarles un denario por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo: ‘Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo’. Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo lo mismo.

Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía a otros que estaban en la plaza y les dijo: ‘¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?’ Ellos le respondieron: ‘Porque nadie nos ha contratado’. El les dijo: ‘Vayan también ustedes a mi viña’.

Evangelio del día: esta es la lectura de la Biblia para hoy, 15 de agosto
Foto: Getty Images

Al atardecer, el dueño de la viña le dijo a su administrador: ‘Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta que llegues a los primeros’. Se acercaron, pues, los que habían llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno.

Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían más; pero también ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al propietario, diciéndole: ‘Esos que llegaron al último solo trabajaron una hora, y, sin embargo, les pagas lo mismo que a nosotros, que soportamos el peso del día y del calor’.

Pero él respondió a uno de ellos: ‘Amigo, yo no te hago ninguna injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al último lo mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?’

De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos”.

CONTENIDO PATROCINADO