En el mundo existen muchas religiones. La católica es una de las más populares en el mundo y una de las más profesadas. Para quienes son católicos, Dios, Jesús y el Espíritu Santo son las figuras más importantes en su vida. Por eso, cada mañana, suelen orar para encomendar su día y que todo salga según la voluntad del Padre.
Hay quienes suelen solo rezar con sus propias palabras o a quienes también les gusta leer un versículo de la Biblia. Asimismo, aquellos que leen un devocional.
La página web del Vaticano, dirigido por el Papa Francisco (el líder más importante en el catolicismo), publica diariamente la lectura del día y el Evangelio del día. Para este 3 de septiembre son los siguientes:
“Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios
1 Cor 2, 10-16
Hermanos: El Espíritu conoce perfectamente todo, hasta lo más profundo de Dios. En efecto, ¿quién conoce lo que hay en el hombre, sino el espíritu del hombre, que está dentro de él? Del mismo modo, nadie conoce lo que hay en Dios, sino el Espíritu de Dios. Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios, para que conozcamos las gracias que Dios nos ha otorgado. De estas gracias hablamos, no con palabras aprendidas de la sabiduría humana, sino aprendidas del Espíritu y con las cuales expresamos realidades espirituales en términos espirituales.
El hombre, con su sola inteligencia, no puede comprender las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son una locura; no las puede entender porque son cosas que sólo se comprenden a la luz del Espíritu. Pero el hombre iluminado por el Espíritu puede juzgar correctamente todas las cosas, y nadie que no tenga el Espíritu lo puede juzgar correctamente a él. Por eso dice la Escritura: ¿Quién ha entendido el modo de pensar del Señor, como para que pueda darle lecciones? Pues bien, nosotros poseemos el modo de pensar de Cristo.
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Lc 4, 31-37
En aquel tiempo, Jesús fue a Cafarnaúm, ciudad de Galilea, y los sábados enseñaba a la gente. Todos estaban asombrados de sus enseñanzas, porque hablaba con autoridad.
Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo y se puso a gritar muy fuerte: “¡Déjanos! ¿Por qué te metes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido a destruirnos? Sé que tú eres el Santo de Dios”.
Pero Jesús le ordenó: “Cállate y sal de ese hombre”. Entonces el demonio tiró al hombre por tierra, en medio de la gente, y salió de él sin hacerle daño. Todos se espantaron y se decían unos a otros: “¿Qué tendrá su palabra? Porque da órdenes con autoridad y fuerza a los espíritus inmundos y éstos se salen”. Y su fama se extendió por todos los lugares de la región”.
Te puede interesar: ¿Cómo superar una ruptura amorosa? Versículos de la Biblia que te ayudarían en el proceso
© CARACOL S.A. Todos los derechos reservados.
CARACOL S.A. realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados.