Jesús es una figura clave en la tradición católica y cristiana, su influencia ha perdurado a lo largo de los siglos. Su misión en la Tierra fue compartir el mensaje divino y vivir como un ejemplo para la humanidad. Sus enseñanzas, recopiladas en las Sagradas Escrituras por sus discípulos, continúan guiando a millones de personas.
El Vaticano, como centro de la Iglesia Católica, se dedica a mantener esta conexión espiritual, utilizando su página web para difundir la palabra de Dios y ofrecer a los fieles un espacio de inspiración y reflexión.
Lectura del día para este 27 de agosto – segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses
2 Tes 2, 1-3. 14-17
Hermanos: Por lo que toca a la venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestro encuentro con él, les rogamos que no se dejen perturbar tan fácilmente. No se alarmen ni por supuestas revelaciones, ni por palabras o cartas atribuidas a nosotros, que los induzcan a pensar que el día del Señor es inminente. Que nadie los engañe en ninguna forma.
Dios los ha llamado para que, por medio del Evangelio que les hemos predicado, alcancen la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así pues, hermanos, manténganse firmes y conserven la doctrina que les hemos enseñado de viva voz o por carta.
Que el mismo Señor nuestro, Jesucristo, y nuestro Padre Dios, que nos ha amado y nos ha dado gratuitamente un consuelo eterno y una feliz esperanza, conforten los corazones de ustedes y los dispongan a toda clase de obras buenas y de buenas palabras.
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Evangelio del día según san Mateo para hoy, 27 de agosto
Mt 23, 23-26
En aquel tiempo, Jesús dijo a los escribas y fariseos: “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque pagan el diezmo de la menta, del anís y del comino, pero descuidan lo más importante de la ley, que son la justicia, la misericordia y la fidelidad! Esto es lo que tenían que practicar, sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito, pero se tragan el camello!
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera los vasos y los platos, mientras que por dentro siguen sucios con su rapacidad y codicia! ¡Fariseo ciego!, limpia primero por dentro el vaso y así quedará también limpio por fuera’’.
