Rota en llanto, Sandra Beltrán contó graves daños que le provocaron sus prótesis mamarias
La actriz, recordada por su personaje de ‘La diabla’ en ‘Sin tetas no hay paraíso’, contó sus padecimientos y cambio de vida tras explantarse.
Cada vez son más los casos de mujeres que toman la decisión de hacerse una explantación mamaria, que, según expertos, consiste en retirarse definitivamente las prótesis de los senos ya sea porque enfrenta efectos adversos de haberse sometido a este aumento en sus senos o simplemente porque ya desean tener su cuerpo libre de silicón.
Una de ella es la actriz Sandra Beltrán, recordada por su personaje de ‘La diabla’ en la exitosa serie ‘Sin tetas no hay paraíso’, quien por medio de su cuenta oficial de Instagram reveló su testimonio sobre la pesadilla que vivió por cuenta de la silicona en su pecho y cómo cambió su vida tras deshacerse de esta.
La actriz comenzó relatando cómo hace dos años comenzó a sentir algunos efectos adversos como estreñimiento, colon irritable, caída de pelo, ansiedad, depresión, entre otros padecimientos que terminaron en tener tiroiditis de Hashimoto, una rara afección que potencialmente pone en riesgo la vida.
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“Me hago los exámenes en México y tengo hipertiroidismo, llego a Colombia y en un mes pasé de tener hipertiroidismo a hipotiroidismo. En febrero el año pasado me vuelven a hacer exámenes y paso de ser hiper-hipo a tener tiroiditis de Hashimoto”, comenzó contando.
Rota en llanto, Beltrán continuó con su relato revelando lo difícil que fue conocer su diagnostico y como su depresión aumentó a tal punto de no querer salir de su casa.
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Tras esta situación, la actriz tomó la decisión de, 20 años después, entrar de nuevo al quirófano, pero en esta oportunidad para retirarse sus implantes de senos, intervención que le devolvió la vida.
“Ya han pasado un poquito más de tres meses después de mi explantación, como había escuchado en muchas otras ocasiones es como volver a vivir, es como si me hubieran quitado un peso de encima. Quedé feliz con el resultado, lo primero que sentí fue esta energía que me brotaba del cuerpo, del alma; mi hijo, por ejemplo, volvió a tener una mamá feliz”, señaló Beltrán.