Los pies son una parte esencial del cuerpo. Gracias a ello podemos desplazarnos y tener equilibrio. A pesar de su importante función, estas extremidades no suelen recibir los cuidados y atenciones necesarios. Es usual encontrar personas que sufren de malos olores, que se producen por baterías y hongos, o que usan zapatos que no son de su talla. Estas malas prácticas a largo plazo causan afectaciones graves en el pie, una de ellas son los juanetes.
Los juanetes, o hallux valgus, son una protuberancia ósea muy común que se forma en las articulaciones del pie. Estas afectaciones se desarrollan de forma lenta y comienzan con una inflamación que, con el paso del tiempo, causa un cambio estructural del hueso, generando deformaciones.
Se calcula que entre el 25 al 35% de las personas sufren de juanetes y un 95% de esa población son mujeres.
Mayo Clinic, un portal que difunde información sobre temas de salud, asegura que no hay una razón exacta que cause esta desviación provocada por los juanetes. Sin embargo, hay algunos aspectos que los pueden provocar:
Aunque no es seguro que sea una causa, los expertos afirman que el uso continuo de zapatos apretados o muy incómodos, como los tacones, puede contribuir a la aparición de los juanetes.
Existen dos tipos de juanete y su diferencia radica principalmente en la ubicación de la protuberancia. El juanete más común suele ubicarse en el dedo gordo del pie, sin embargo, a algunas personas les suele suceder esa desviación cerca al dedo más pequeño. En este caso, suele llamarse juanete de sastre.
El origen de este nombre se debe a que, anteriormente, los sastres solían sentarse con las piernas cruzadas para hacer su trabajo. Esta posición causaba una presión constante y fuerte en la parte externa del pie, lo que terminaba provocando una inflamación en la base del dedo más pequeño.
Además de la particular inflamación que puede aparecerle en el dedo gordo o en el más pequeño del pie, los juanetes producen otros síntomas comunes. Algunos de ellos son el dolor y sensibilidad, el endurecimiento de la piel en la zona afectada, la formación de callos y las dificultades para caminar por el dolor.
Es importante señalar que la única forma para deshacerse por completo de los juanetes es a través de una cirugía. Sin embargo, los expertos señalan que este procedimiento solo es necesario cuando hay un dolor continuo e intenso en el pie y cuando aparece una protuberancia tan grande que imposibilita la movilidad y el uso de cualquier zapato.
En el resto de los casos, se puede usar tratamientos naturales y caseros para tratar el dolor y la inflamación provocada por los juanetes.
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