El reality que encienden los fogones cada noche en la pantalla nacional tiene desafíos cargados de adrenalina, sabor y creatividad, donde cada uno de los integrantes muestra una faceta desconocida para los fanáticos del programa.
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Este 15 de julio, el espectáculo de cocina, presentado por la modelo Claudia Bahamón, movió fibras y sacó a la luz ‘vacíos’, miedos y pérdidas del diario vivir de los participantes. En este episodio, la Caja Misteriosa fue el ingrediente agridulce que despertó los recuerdos más profundos e íntimos de los integrantes, ya que pasó de ser un cajón de sorpresas a un simple recipiente vacío, que tenía como finalidad presentar platos en honor a experiencias o recuerdos emotivos de los concursantes.
Aunque la cocina y los relatos estuvieron a cargo de los competidores, los jurados decidieron sumarse al homenaje de esas personas que fueron importantes y que, por alguna razón, ya no están en sus vidas.
El primero en confesarse fue Jorge Rausch, quien afirmó que le cocinaría a sus hijas, ya que debido a su dedicación al mundo gastronómico se privó de compartir momentos con su familia.
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“Trabajaba mucho por el bienestar de mis hijas, pero uno a veces pierde de vista un poco la vida. Tanto trabajar, tanto ocuparme de los restaurantes, deja un vacío en mis hijas, cierta ausencia que yo no pude cubrir en cierto momento, incluso una ausencia que pudo haber afectado mi matrimonio que se terminó”, comentó el chef colombiano.
Después fue el turno para Nicolás De Zubiria. El chef reveló que prepararía un plato para su hermana, quien acabó con su vida cuando él era muy joven. “Mi hermana murió cuando yo tenía 19 o 20 años… Tuvo problemas psiquiátricos… Me encantaría pedirle perdón.”, expresó.
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Por último, el empresario chileno Christopher Carpentier afirmó de forma sencilla, clara y segura que se cocinaría para él, para felicitarse y perdonarse a sí mismo.
“Me cocinaría a mí, me felicitaría, me perdonaría”, declaró.