En su sección de Salud, el portal web Mundo Deportivo explica que aunque es una práctica poco común, es de gran importancia. Al no lavar la ropa antes de estrenarla, se corre el riesgo de padecer algunas afecciones.
La ropa pasa por diferentes procesos industriales, al igual que operativos. Esto significa que, además de estar expuesta a químicos, también puede estarlo a bacterias. Esto puede ocurrir durante la etapa de empaque, transporte, etc. Asimismo, hay que recordar que la ropa es tocada por muchas personas en las tiendas.
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Teniendo en cuenta en esto, la ropa no llega completamente limpia a las manos del comprador final. Según indica el portal, una de las afecciones que se puede padecer está relacionada con la salud de la piel.
“Uno de los problemas más comunes de llevar ropa que no se ha lavado antes de usarla es el riesgo de irritación o alergia cutánea. Esto puede ocurrir al ponerse prendas que han permanecido en las estanterías de una tienda o en un almacén durante un largo periodo de tiempo. En estos casos se puede acumular polvo, suciedad y otras partículas que pueden provocar irritaciones cutáneas o reacciones alérgicas. Además, la ropa también puede entrar en contacto con productos químicos y tintes durante el proceso de fabricación que pueden provocar irritaciones o erupciones cutáneas”, detalla.
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Otro factor que no puede olvidarse es que las prendas de vestir pueden ser utilizadas por otras personas al ser ‘medidas’. Esto significa que la ropa pasa por el cuerpo de otros individuos, quienes pueden tener sudor, bacterias y afecciones cutáneas.
Las personas consideran que lavar la ropa después de comprarla y antes de estrenarla es insignificante. Sin embargo, al hacerlo se disminuye el riesgo de que se vea afectada la salud de la piel.