Para nadie es un secreto que Acuña fue durante años una de las amistades más cercanas y queridas que tuvo el fallecido periodista y presentador Jota Mario Valencia, pues además de ser colegas durante años en el set del programa ‘Muy buenos días’ tenían una gran complicidad y camaradería fuera de cámaras y se querían como su fuesen familia.
Recientemente, en uno de los capítulos de su programa en YouTube ‘La Sala de Laura’, en el que entrevista diferentes personalidades de la farándula nacional, la presentadora reveló una anécdota junto al famoso en la que este la salvó de atentar contra su vida.
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Mientras se encontraba en conversación con la modelo Elizabeth Loaiza, una de las famosas victimas de los biopolímeros, sustancia tóxica que varias mujeres se inyectaron en el cuerpo para dar volumen a sus atributos, y promotora de la ley en contra de esta, Acuña contó fue ‘Jota’ quien evitó que cayera en esta moda y se inyectara la cola.
Según inició contando la presentadora, conoció este procedimiento gracias a una persona muy cercana a ella que ya se había inyectado y decía que era “lo más maravilloso del mundo.
“Yo conocí este tipo de procedimientos por una persona que yo tenía cerca y que me decía que eso era lo más maravillosos del mundo, no un médico, sino una persona que ya se los había hecho y la verdad es que uno miraba y sí veía los resultados, entonces uno decía, claro el cambio es total yo también quiero”, comenzó contando.
“Yo esa tarde iba a ir y Jota me llamó y me dijo – Mira, te voy a decir una cosa, tu eres una mujer que se diferencia de las demás porque tienes una contextura muy particular, tu eres una vieja flaca, alta, no quieras ser la de la cola más grande, tu no tienes esa contextura ni en tu cara, ni en tu pelo ni nada, te vas a ver rarísima porque Dios te mandó así, así te hizo. Te vas a ver muy rara cuando te pongas eso y después como te vas a quitar esa vaina”, señaló.
Acuña señaló que dicho regaño, de su en ese entonces jefe y colega, sirvió para que ella se arrepintiera y no se sometiera a dicho procedimiento, lo que la salvó de que hoy en día sufriera las graves consecuencias que viven cientos de mujeres por los biopolímeros.
“El caso es que me pegó un vaciadón que yo dije, bueno, entonces yo no voy y no fui porque yo le creí. Ustedes sabes lo que era Jota para mí”, finalizó.