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Para mejorar la apariencia, en el mundo de la belleza existen varios procedimientos estéticos que ayudan a hombres y mujeres a verse como desean. Uno de los más populares en los últimos tiempos es el relleno con ácido hialurónico, un procedimiento no quirúrgico que en pocos minutos deja ver los resultados corrigiendo imperfecciones.
Aunque es un procedimiento que cada vez toma más popularidad, poco se sabe de los efectos adversos que esta sustancia puede generar, por lo que el caso de una joven mexicana que casi pierde la nariz dejó boquiabiertos a muchos.
Fue por medio de sus redes sociales que la joven mexicana Nadia Ortiz compartió su caso y dejó ver cómo quedó tras inyectarse la nariz.
Según inició contando la joven, el aspecto de su nariz poco le gustaba por lo que decidió cambiarla haciéndose una rinomodelación con ácido hialurónico con un conocido.
“Yo seguí su trabajo por dos años y realmente vi que quedaba bonito. Por mi mente nunca pasó que podría salir mal”, comenzó escribiendo en su cuenta de Instagram
Lo que pensó que sería una gran decisión, terminó siendo la peor de su vida, pues por poco destroza su cara por una fuerte necrosis en su nariz.
Ortiz contó que el primer día de la aplicación le apareció un bulto en la parte del dorso nasal, por lo que de inmediato le escribió al encargado del procedimiento y este le recomendó masajear la zona, pero al segundo día todo empeoró y ya no sentía su nariz.
Para el tercer día su nariz ya amaneció morada y con unos puntos blancos y al acudir donde el supuesto especialista, este le aplicarle otra sustancia para disolver el ácido, pues había hecho una reacción alérgica a este.
Tras esto, la joven tuvo que visitar a un dermatólogo, quien al ver su casi notó la seriedad del tema le explicó que la inyección le había tocado una arteria lo que había bloqueado la circulación de sangre.
“Me dijeron que estaba en un estado muy crítico, que mi nariz estaba necrosada, esto quiere decir que mi nariz se estaba muriendo”, indicó.
Nadia tuvo que someterse a dolorosos procedimientos para salvar su nariz, situación que le dejó una lección: “Ahora entiendo que mi nariz no necesitaba nada, no necesitaba un relleno, ni una modificación. No era perfecta, pero estaba sana”.
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