Este hecho se puede presentar en cualquier lugar, ya sea en medio de una reunión, en tu trabajo, en la comodidad de tu casa o incluso en el transporte público, lugar en que es recurrente ver un curioso hecho, como en Transmilenio, por ejemplo, donde es normal observar que la cantidad de personas dentro de cada vagón es incontable, siendo un inmenso beneficio lograr obtener una silla para ir más cómodos.
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Sin embargo, al desocupar una de estas, normalmente el siguiente que la toma no se sienta de inmediato, sino que espera unos cuantos segundos o empieza a apoyarse en la silla de forma lenta evidentemente con el objetivo de que la silla no esté caliente al momento de utilizarla.
Según el cuento, el motivo por el que se evita la silla caliente es porque supuestamente al absorber el calor de otra persona se pueden contraer hemorroides o alguna clase de infección.
Recordemos que las hemorroides son una inflamación e irritación de las almohadillas de tejido que recubren y protegen el conducto anal que pueden sentirse como bultos suaves en el exterior del cuerpo por lo que algunos suelen compararlas con un racimo de uvas.
Al ser afectado por estas, el simple hecho de sentarse puede tornarse sumamente incómodo, pero sin desviarnos del tema, ¿se pueden contraer hemorroides sentándonos en la silla caliente del bus?
En la investigación se tomaron varios grupos de personas, afectados y no afectados por las hemorroides, exponiéndolos a situaciones como toser, levantar objetos pesados, estornudar, comer comidas picantes, usar toallas húmedas luego de ir al baño y hasta incluso sentarse en superficies frías y calientes, para llegar a la conclusión de que ninguno de esos factores parecía influir en la probabilidad de contraerlas.
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Y es que, para darte un poco más de tranquilidad, este no es un rumor que solo se escuche en nuestra región, pues en otros países donde el clima es mucho más frío, se menciona que sentarse en lugares muy fríos puede desarrollar esta enfermedad, es decir, el mismo rumor, pero a la inversa.
Pero ni caliente, ni frio, ni ningún tipo de temperatura en superficies puede causar problemas de este calibre, aunque esos sí, estas se pueden generar, al contrario, por esforzarte de más a la hora de ir al baño, así como por quedarte sentado durante largos periodos de tiempo en el inodoro.