Tal como lo explicó la psiquiatra Dori Espeso, en la BBC, llevar un diario de gratitud puede traer efectos en la psicología positiva. La gratitud ha sido una habilidad evolutiva que los seres humanos desarrollamos y la cual nos ha permitido sobrevivir como especie facilitando la creación de vínculos sociales.
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Pero además de ser una ventaja que nos ha permitido llegar hasta estos días, la gratitud tiene otros efectos que se pueden reflejar en el aspecto neurocientífico. La Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard publicó un artículo el cual se titula Giving thanks can make you happier (Dar gracias puede hacerte más feliz) y logró demostrar que las personas que adoptaron el hábito de la gratitud, desarrollaron una mejor predisposición para hacer ejercicio físico y llevar una vida más saludable. Además de que reduce los riesgos de depresión, ansiedad y trastornos adictivos.
Los efectos fueron tan favorecedores, que las personas que llevaban un diario de gratitud asistieron al médico en menos cantidad que aquellas que se enfocaban en las molestias.
Para sembrar la gratitud una de las mejores opciones es llevar un diario en el cual se puedan escribir las cosas por las cuales estamos agradecidos. Para ello es primordial elegir una hora específica del día para que sea más fácil de cultivar el hábito. Algunas cosas que se pueden tener en cuenta a la hora de escribir en el diario son:
Concentrarse en las pequeñas cosas: No solo se debe mostrar agradecimiento por las cosas más grandes que tenemos o las que adquirimos, sino que se puede también dar gracias por cosas tan sencillas como poder darse un baño con agua limpia, por comer algo que nos apetecía, por tener una casa donde refugiarnos, incluso podemos agradecer por el ambiente y el clima que nos rodea.
Hacer listas cortas: Para comenzar no se necesita hacer una lista gigante, el hábito se puede cultivar teniendo en cuenta tan solo 4 o 5 cosas por las cuales nos sintamos afortunados. A medida que nos vayamos haciendo expertos, la mente será más consiente de muchas más cosas por las que agradecer y las cuales podemos ir escribiendo.
Recordar momentos y personas que nos hacen felices: Es bueno no perder de vista las experiencias que nos hicieron sentir a gusto, estas también son una fuente de agradecimiento al igual que las personas que hicieron parte de ellas o aquellas que nos rodean y las que estimamos.
Aprovecha los problemas y las dificultades: Pese a que en los momentos de dificultad pareciera que el mundo estuviera en contra y que no existe nada por lo que debamos estar agradecidos, uno de los méritos de este ejercicio es que podamos ver mucho más allá de los problemas. Las etapas de crisis nos permiten madurar y ganar experiencia para la vida, por lo que agradecer por estas lecciones nos permitirán tener la mente más abierta y en equilibrio para buscar las soluciones más pertinentes ante los desafíos.
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