Los callos son una de las afecciones más comunes en los pies. Estos suelen formarse en la punta de los dedos de los pies o en la parte externa del dedo pequeño del pie.
Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señala cuáles son los síntomas de los callos, para saber identificarlos:
-Zonas de la piel gruesas y con textura dura.
-Protuberancia elevada y dura.
-Sensibilidad en la piel
-Dolor debajo de la piel
-Piel seca o escamosa
Los callos no son una afección grave. Sin embargo, si se tiene diabetes o problemas relacionados con la circulación, es importante buscar atención médica a tiempo.
“Si una callosidad o un callo se vuelve muy doloroso o se inflama, consulta al proveedor de atención médica. Si tienes diabetes o un flujo sanguíneo deficiente, busca atención médica antes de tratar un callo o una callosidad por tu cuenta. Esto es importante porque incluso una pequeña lesión en el pie podría provocar una herida abierta infectada (úlcera)”, explica Mayo Clinic.
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Las personas suelen recurrir a diferentes remedios caseros para combatir diversas afecciones. Aunque son populares, se recomienda consultar con un médico.
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Mejor con Salud, portal especializado en salud y cuidado personal, destaca las bondades del bicarbonato de sodio para combatir los callos de manera fácil en casa.
“El bicarbonato de sodio es un exfoliante natural que contribuye a reducir la presencia de células muertas en los pies”, explica el portal web.
Para hacer este remedio casero se necesitan los siguientes ingredientes:
-Bicarbonato de sodio
-Agua caliente
La cantidad de cada ingrediente dependerá de la zona afectada que se vaya a tratar.
– Calentar el agua hasta que llegue a una temperatura soportable. Se debe tener mucho cuidado para no quemar la piel.
-Verterla en un balde o recipiente grande, donde puedan sumergirse los pies.
-Agregar el bicarbonato de sodio en el agua.
-Sumergir los pies por 10 minutos.
-Cuando haya pasado este tiempo, frotar la zona afectada con la piedra pómez.
-Enjuagar muy bien los pies y secar.
-Repetir este procedimiento tres veces a la semana para mejorar los resultados.
En caso de observar reacciones adversas se debe suspender el uso y consultar inmediatamente a un médico.
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