Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el cáncer de mama es el tipo de cáncer más común en el mundo, con más de 2,2 millones de casos en 2020. Según estos registros, una de cada 12 mujeres será diagnosticada con esta enfermedad a lo largo de su vida.
Y es que este tipo de cáncer es la principal causa de mortalidad en las mujeres, en 2020 aproximadamente 685.000 mujeres murieron como consecuencia de esta enfermedad.
Hay ciertos factores que aumentan el riesgo de padecer esta enfermedad, como el envejecimiento, la obesidad, el consumo excesivo de alcohol, la herencia genética del cáncer de seno, el consumo de tabaco, terapias hormonales y la alimentación. Sin embargo, alrededor de la mitad de los casos de cáncer de mama se dan en mujeres sin ningún factor de riesgo identificable.
A pesar de las altas cifras de mortalidad en las mujeres, la detección temprana del cáncer de mama reduce en un 25% el riesgo de muerte, por eso saber cómo realizarse correctamente el autoexamen de seno para detectar alguna anormalidad es primordial.
Una dieta rica en frutas y verduras, pescados, alimentos ricos en fibra, granos, entre otros, sumados a la práctica de actividad física y la reducción en el consumo de ciertos alimentos, puede reducir el riesgo de padecer los diferentes tipos de cáncer de mama, pues no existe solo uno.
Hay alimentos que pueden aumentar el riesgo de sufrir diferentes tipos de cáncer, incluido el cáncer de seno. Estos son algunos que se debería evitar:
Varios estudios han sugerido una relación directa entre el consumo de carnes rojas y el cáncer de seno, sin embargo, según un estudio del Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, una persona puede consumir hasta 510 gramos de carne roja sin procesar a la semana, sin que esto suponga un riesgo de cáncer.
Sin embargo, esto cambia cuando se trata de carnes rojas procesadas, como embutidos, las recomendaciones incluyen evitar el consumo de estos alimentos, pues suelen tener un alto contenido de grasas, sal y conservantes, que sí podrían tener un impacto en el desarrollo de la enfermedad.
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Estos alimentos, consumidos con regularidad por su sabor y facilidad de acceso, están relacionados con un aumento en el riesgo de desarrollar cáncer de seno, según un estudio dirigido por investigadores del Instituto Nacional de Salud y de la Investigación Médica de Francia.
Los resultados del estudio mostraron que un incremento del 10% de alimentos ultraprocesados en la dieta se asoció a un aumento del 11% en la probabilidad de desarrollar cáncer de mama.
Los alimentos ultraprocesados suelen ser productos que no contienen en sus ingredientes un alimento entero reconocible. Estos incluyen gaseosas, galletas, papas de paquete, embutidos, cereales, entre otros.
Aunque se piensa que el azúcar tiene un efecto directo en la probabilidad de desarrollar cáncer de mama, ningún estudio ha demostrado esta premisa. Sin embargo, lo que sí se ha demostrado en múltiples ocasiones es que una alimentación con un alto contenido de azúcar puede generar obesidad, la cual, sí está asociada a un riesgo elevado de padecer distintos tipos de cáncer, entre ellos el cáncer de mama.
Azúcar y su relación con el cáncer de seno. Getty Images
Los alimentos fritos suelen tener altos porcentajes de grasas saturadas, el consumo excesivo de este tipo de grasas aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama, además de que también puede dificultar la recuperación de quienes ya fueron diagnosticados. En vez de consumir alimentos con grasas saturadas, hay un gran número de alimentos que tienen grasa buenas, que harán bien a su salud.
Las grasas saturadas suelen encontrarse en productos de origen animal como los embutidos de carnes rojas, la mantequilla, lácteos enteros como el queso y la leche, entre otros.
La OMS recomienda que la ingesta de grasas saturadas no sea superior al 10% del consumo calórico total diario.
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Aunque no es en sí un alimento, el consumo de alcohol es muy común en gran parte del mundo, y especialmente en Colombia. Múltiples estudios han demostrado que el riesgo de padecer cáncer de seno aumenta según la cantidad de alcohol que se consuma.
Incluso, un consumo bajo está relacionado con un aumento en el riesgo, por lo que lo más recomendable es no tomar bebidas con alcohol. Si quiere hacerlo, no deberá tomar más de una bebida de alcohol diaria, esto quiere decir, unos 335 ml de cerveza, 150 ml de vino o 50 ml de licores fuertes como el whiskey.
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