El masaje es una de las mejores técnicas que trae beneficios para la vida sexual de la pareja, fortalece la confianza y despierta nuevas sensaciones.
Creatividad, actitud y un lubricante dos en uno o aceite de masajes. Es ideal crear un ambiente romántico, puedes utilizar velas, flores o algún difusor de aroma con alguno que sea del agrado de los dos.
La sexóloga Elsy Reyes recomendó iniciar de abajo para arriba, por una de las zonas más deliciosas que son los pies, pues allí hay puntos que se conectan con diferentes órganos.
Empiezas en el metatarso y en el inicio del arco, en esas zonas se utilizan los pulgares o el índice con el dedo corazón, para hacer movimientos circulares y hacía abajo y arriba.
Luego vas acercándote a los talones con las dos manos con aceite y vas subiendo por la parte posterior de las piernas a través de las pantorrillas, hasta la corva de las rodillas, una zona bastante interesante que produce sensaciones en los genitales.
Estando ahí puedes mover los dedos de abajo hacia arriba, hacer un poco de presión hacia abajo y subir con los pulgares por la parte delantera; cuando se llega a las rodillas, es el momento para subir las piernas.
Sigue la entrepierna, ten tus dedos lubricados y ve haciendo algunas presiones con los pulgares, no muy intensos; hacer círculos, dar ciertas caricias, deslizamientos sobre los muslos y cuando te acerques al nacimiento de los labios mayores de ella o el nacimiento de los testículos de él, hacer un poco de presión hacia adentro.
Debes generar ansiedad, con tus dedos en las zonas anteriormente mencionadas vas a hacer un triángulo con tus manos hasta llegar al pubis; haces presión mientras subes a la línea del abdomen, sigues la línea del ombligo hasta sus pechos, llevas las manos y las regresas poco a poco.
Tener las manos bien lubricadas o con aceite de masajes.
Para ellas:
Masajeas con los pulgares labios menores de abajo hacia arriba, llegas al clítoris y con solo un dedo haces círculos, alrededor del capuchón o en la punta, según la sensibilidad de ella.
Bajar por los labios menores, llegar el vestíbulo vaginal, introducir uno o ambos dedos pulgares haciendo un suave movimiento de adentro afuera.
Nota: nunca bajar por el centro ya que se encuentra el orificio uretral por donde se orina y puede causar diferentes bacterias o molestias después.
Para ellos:
Subes ambas manos a través del tronco del pene, mientras una mano sube, la otra comienza para que sea ininterrumpido. Agrega pulgares bien lubricados y cuando la mano llegue arriba, al glande, el dedo lo rodea y regresa.