Pablo Milanés, músico, poeta y cantante, cualidades difíciles de reunir, llegó al final de su vida este lunes con el privilegio de trascender con un memorable legado para Cuba y otros países que disfrutaron su obra.
Mira también: ¿Cómo se llevan integrantes de Menudo fuera de los escenarios? Esto dijeron
Su última gira artística “Días de luz” trajo al mítico cantautor el alivio al volver a cantar y estar en contacto con el público, que lo recibía jubiloso en cada concierto y coreaba sus temas de siempre junto a las nuevas entregas que produjo durante el parón pandémico.
Las últimas fechas anunciadas en España, México y Santo Domingo fueron pospuestas por un empeoramiento de diversas afecciones ligadas a los problemas de salud que le aquejaban desde hacía décadas. Hacía años se había trasladado a vivir a España para tratarse una enfermedad oncohematológica.
“La música es todo para mí, la mejor forma que encuentro para expresarme, la mejor manera de sentir e incluso de pensar. Creo que los músicos contamos con otro lenguaje muy especial, que nos permite comunicar, eso es algo único”, confesó el artista.
De hecho, afirmaba que sus mejores recitales, “los más abiertos y espontáneos, ocurren ante el público de mi isla”.
El pasado junio, La Habana acogió su última actuación en Cuba. Y fue todo un acontecimiento.
Los boletos para el primer escenario propuesto, el Teatro Nacional, se agotaron en breve y la protesta de sus seguidores, subida como una marea en las redes sociales, se saldó con el traslado del concierto al Coliseo de la Ciudad Deportiva, con una capacidad cuatro veces superior.
El público cubano vio entonces a Milanés llegar al plató en una silla de ruedas, imagen que para muchos resultó un presagio de que se habían agudizado los problemas de salud arrastrados por décadas.
Esta visita a La Habana también significó reencontrarse con su familia en la isla cinco meses después de la inesperada muerte de su hija Suylén a causa de un accidente cerebrovascular al inicio de 2022.
Milanés residió desde 2014 en Vigo (España), junto a su última esposa y mánager, la historiadora gallega Nancy Pérez, con quien tuvo dos hijos.
A lo largo de su vida, Milanés entró 29 veces al quirófano, debido principalmente a una necrosis crónica en la cabeza del fémur, pero también por una hernia y por una insuficiencia renal, que lo llevó a someterse a un trasplante de riñón donado por su mujer en 2014.
Se suma a ello su padecimiento del mal de Dupuytrén, una enfermedad que le provocó el cierre progresivo de la mano y le impidió tocar la guitarra durante varios años.
En 2017 se trasladó a vivir a España para tratarse un tipo de cáncer que afectaba su respuesta inmunológica.
Pero el músico siempre se impuso ante las adversidades y persistía en su voluntad de seguir su labor. Compuso más de 400 canciones y publicó más de cuarenta álbumes, además de componer música para siete largometrajes y más de treinta documentales y series de televisión.
EFE
MÁS SOBRE:
© CARACOL S.A. Todos los derechos reservados.
CARACOL S.A. realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados.