Se cree que estos a animales solo aceptan esta acción si es su amo el que les está hablando de esa manera, ignorando a cualquier otro que lo intente.
Con voz suave, más aguda de lo normal, ‘cantadito’ y extendiendo la duración de las vocales, así es como debe ejercerse esta curiosa forma de hablar que sale como instinto al ver a estos pequeños peluditos.
Para muchos esta practica puede ser ridícula, pero en realidad es más efectiva de lo que parece.
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En el experimento realizado a 16 gatos, los mininos debían responder ante la grabación de la voz de sus dueños y de otras personas que nada tenían que ver con ellos.
Allí se detectó que los gatos pueden filtrar entre muchos sonidos y elegir a cuál le dan la mayor importancia.
Se evaluaron los estímulos, desde el movimiento de las orejas y la cola, hasta la dilatación de las pupilas, llegando a la conclusión de que, las voces agudas, como la que hacemos al hablarles como bebés, llaman más su atención de una positiva manera.
De todas las voces, le prestaron más atención a la voz que les hablaba de manera mimada, por esto, si eres de los que le habla a su gatito como si fuera un bebé, no lo dejes de hacer, no es ridículo, al contrario: Ellos lo aman.
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