Más específicamente, cuentan con la posibilidad de comprar criptomonedas e incluso de invertir en los NFT. Esto es algo que se ha reforzado en los últimos años con algunas personalidades famosas, que han creado sus propios NFT e incluso han invertido en algunas de estas obras de arte digitales.
Uno de ellos es Justin Bieber, que compró recientemente un NFT por la impresionante cifra de 1.29 millones de dólares. La superestrella del pop canadiense tiene más de 600 NFT en su colección, pero ahora ha añadido otra. Se trata del NFT #3001 de la colección Yacht Club de Bored Ape.
Cuando subió la captura a sus redes sociales, lo publicó con una línea de su tema “Lonely”. El precio gastado fue de unos 500 ETH, aunque el mismo NFT cuesta mucho menos. Cuando los usuarios se dieron cuenta de esto, se volvieron locos, ya que creyeron que esta fue una acción únicamente para que los usuarios pudiesen hablar de él.
Cuando tú adquieres un NFT, lo que haces es comprar un certificado de autenticidad que te adjudica la propiedad de un determinado activo. Por ejemplo, puede ser una creación digital, una captura de pantalla o cualquier archivo. Ahora bien, esto no evita que cualquier otra persona pueda poseerlo.
Tomemos como ejemplo a un cuadro físico. Si tú adquieres el cuadro real y original pintado por un artista exclusivo, podrás exhibirlo donde quieras. Por más que lo imiten, todos sabrán que tú tienes el original. Pues bien, en Internet ocurre algo parecido, con la diferencia de que todos poseerán la misma y exacta réplica.
Es decir, con una simple captura de pantalla otra persona ya puede poseer tu NFT, aunque en una versión “duplicada” y no la original. Entonces, si compras un NFT esperando venderlo, dependemos de que otra persona se interese en el mismo y crea que en un futuro su valor pueda ser todavía más alto.
En definitiva, puede ser una alternativa interesante, pero debes evaluar cada decisión antes de realizarla. ¡Esperamos que esta información te haya ayudado!