“Caí en la trampa de la vanidad”, menciona al inicio de su testimonio, pues abrió su corazón para expresar la crisis que sufrió por los cambios que llegaron con su edad y la menopausia.
“Me sentía sola, no tenía a quién preguntarle nada. Tengo una mamá que tiene casi 80 años y, en esa época, no se acostumbraba a preguntarle a las demás mujeres qué pasa cuando entras en la etapa de la pre-menopausia y luego en la menopausia”, contró Santodomingo.
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Basada en el duro capítulo por el que pasó, en el que reflexionó y se llenó de valor, la actriz quiere hacer un llamado a todas las mujeres para hablar de eso que por mucho tiempo no se habló y que sin duda se vive.
Santodomingo aclaró que nunca le importó su físico, hasta ahora, después de cumplir los 50 años.
“El problema fue como sentirme mal por cómo me veía… A esta edad sí me empezó a importar…. No tenía compasión para mí, no me gustaba cómo me veía, odiaba cómo me sentía”, expresó entre lágrimas.
Luego de los duros episodios, Isabella entendió que no está mal envejecer y que estaba adquiriendo coraje y valentía para decir que no quiere el “pobrecita Isabella”, todo lo contrario.
“Yo quiero usar esta plataforma para decirles a todas estas mujeres, después de un mes trabajando en mí, que está bien subir de peso, que está bien cumplir más de 50 años, que está bien envejecer con dignidad, que está bien tener canas”, aseguró.
Así las cosas, la actriz aseguró que aunque su contenido seguirá siendo de diversión, abrirá un espacio para hablar de nuevas cosas, de estar ella frente a la cámara, también creando contenido de cocina, y todo para que el espacio sirva para subir el ánimo.