Antes de encontrar el verdadero amor con Lincoln Palomeque, Carolina Cruz tuvo una relación de más de ocho años que pasó de ser un cuento de hadas a casi una pesadilla. En su libro ‘Mi mundo, mis huellas’, donde revela detalles inéditos de su vida, la modelo recordó la primera vez que se enamoró y los tormentosos momentos que vivió.
Según contó la también empresaria, todo comenzó cuando tenía 14 años y creía haber encontrado el amor, incluso soñaba con casarse y tener hijos. Sin embargo, no podía dejar salir todo eso que sentía, ya que el hombre por el que suspiraba estaba con una de sus amigas.
“Me parecía lindo, pero nunca dejaba de ser solo eso, porque era el novio de mi amiga en ese momento. Cuando ellos terminaron, me empezó a llamar más de la cuenta. Al principio pensé que era solo para ser amigos, pero después me invitó (con otras personas también) a un concierto de Ricardo Montaner en Cali, y allí nos dimos el primer beso. En ese momento me movió todo”, afirmó Cruz.
Al principio todo fue realmente increíble, pues el chico era “especial, respetuoso, cariñoso y sensible”, recuerda la presentadora. No obstante, todo empezó a complicarse cuando él se fue de intercambio a Estados Unidos y ella tuvo que quedarse en Cali, aunque trataron de sobrellevarlo con cartas y llamadas.
Mientras intentaban solucionar sus problemas a distancia, a Carolina le coqueteaban dos hombres y uno de ellos realmente llegó a “moverle todo”.
“Ese hombre intentó sacarme de la cabeza a mi novio. Cuando lo veía se me movía todo, pero no pasó a mayores, él sabía que jamás íbamos a tener algo serio porque yo estaba enamorada. Pero me confundió y mucho (…) mientras uno me daba seguridad, me aterrizaba en la tierra y me ofrecía una amistad tranquila, el otro solo me generaba dolor y mucha inseguridad, pero al mismo tiempo, una pasión que hacía que el amor se mantuviera estable”, aseguró.
Tiempo después el novio de la presentadora regresó a Colombia y nada mejoró, por el contrario, llegaron a pelear en varias ocasiones porque lo pilló siendo infiel. En una de esas veces lo vio en una discoteca de la mano con otra mujer y un día tuvo que sacarlo borracho de la cama de su exnovia, quien fue amiga de Carolina.
A pesar de que la modelo colombiana perdonaba una y otra vez sus errores, él no mostraba ningún cambio. Pero, tras un accidente que tuvo estando ebrio, ella abrió los ojos y empezó a darse cuenta que debía dejarlo.
“Él era un hombre muy sencillo y especial, la gente lo quería mucho, pero se tomaba tres tragos y se volvía un monstruo con la gente que se acercaba a pedirme una foto (aunque no conmigo, porque jamás me tocó un pelo)”, aseguró Carolina.
La última vez que lo perdonó fue luego de un espectáculo que hizo en un hotel, donde rompió un televisor y varios vidrios estando bajo los efectos del alcohol, porque, según narró Cruz, se despertó y no la vio a su lado.
“Seguí con él unos meses más en los que continué viviendo situaciones que me terminaron de convencer que debía dejarlo. (…) Si yo hubiera llegado en ese momento a la habitación, ¿qué hubiera pasado? ¿Me habría hecho daño a mí? ”, concluyó sobre el hombre, del que por cierto nunca dijo su nombre.
