En su nuevo álbum, Alejandro Sanz se aventura en contornos de expresión inesperados, pero también refina el modelo creativo que le ha convertido en referencia de la música a nivel global. ‘Mares de miel’ es el mejor ejemplo de esa capacidad para transformar sus propios estándares partiendo de los rudimentos esenciales de la canción, un formato que en manos expertas no entiende de límites ni restricciones. En este nuevo trabajo del madrileño –producido por Alfonso Pérez con Alejandro Sanz y Javier Limón; mezclado por Peter Walsh– encontramos diez composiciones dominadas por esa actitud renovadora.
‘Mares de miel’ tiene una melodía brillante, propulsada por un ritmo de sustrato flamenco que no necesita forzar el acento. Sanz administra los poderes de la partitura con inteligencia, dosifica el misterio de una letra sugerente que pellizca cerca del corazón, antes de explotar en uno de esos estribillos que se adhieren a la primera.
Utilizamos cookies propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarte publicidad personalizada a través del análisis de tu navegación, conforme a nuestra política de cookies. Si continúas navegando, aceptas su uso.