En Río Grande del Sur, Brasil, una mujer mató a su propio hijo porque, según ella no le hacía caso de irse a dormir, tras hacer este terrible hecho, la mujer identificada como Alexandra Dougokenski, de 33 años de edad, decidió denunciar al niño, de 11 años, como desaparecido.
Según el relato de la mujer, el niño escapó de su casa con 200 reales, los cuales tenía guardados en medio de una biblia. Luego de estas declaraciones la mujer tuve que relatar la historia por 10 veces, puesto que los agentes de la Policía no le creían a la mujer.
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Según el fiscal encargado del caso confesó que una de las señales que más los hacía dudar era que la mujer tenía una actitud tranquila y muy despreocupada, actitud que una mamá a quien se le pierde un hijo no tendría.
Pero en su último interrogatorio, la mujer decidió confesar que había acabado con la vida de su propio hijo producto de un accidente, pues la mujer reveló que le dio dos pastillas de tranquilizantes al niño para que se fuera a dormir, además, indicó el lugar en donde había enterrado el cuerpo.
Tras el hallazgo del cuerpo del niño, las autoridades aseguraron que el niño no había muerto por ingerir unas pastillas, sino por ser ahorcado.
Así que la mujer fue interrogada nuevamente y confesó que se dejó llevar de la rabia, ya que su hijo no le hizo caso de irse a dormir por seguir jugando en el celular y lo estranguló.
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