A través de un comunicado desde Clarence House, su residencia actual, el príncipe de 71 años no tiene síntomas fuertes.
A pesar del buen estado de salud del príncipe de Gales, los médicos y la familia decidió que lo más prudente fuera un aislamiento voluntario en la residencia Real de Balmoral.
Se debe descartar que, la reina Isabel vio a su hijo por última vez el pasado 12 de marzo, por lo cual le realizaron una prueba para saber si tenia o no COVID-19, saliendo esta negativa.
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