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Uno de los usos más comunes que se le da a este producto es como endulzante, ya que está compuesto por hidratos de carbono como la glucosa, la fructosa o la sacarosa, azúcares que nuestro organismo puede procesar sin necesidad de transformarlos.
Lo que muchos no saben es que la miel puede ser utilizada como medicamento, ya que, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Oxford, sirve para tratar los catarros y ha llegado a ser mucho más efectiva que cualquier antibiótico.
Además, según reveló la apicultora Eva Martínez al portal web Voz Populi, el poder antibiótico y emoliente de la miel “se usa para el tratamiento de heridas, quemaduras y úlceras porque en su contenido hay una sustancia de efecto antimicrobiano denominada inhibina”.
No solo eso, también es una excelente medicina para la tos “porque alivia y reduce su frecuencia”, agregó Martínez.
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Finalmente, la miel, al ser 125,9 veces más viscosa que el agua destilada a 37ºC. es un producto muy útil para las alergias estacionales y el reflujo gastroesofágico.