Cuando Tom Hanks acudió al festival country Stagecoach, en California, y se disponía a ver la actuación de su mujer, la también actriz Rita Wilson, con una cerveza en la mano. El actor contó la anécdota el pasado mes de abril durante una entrevista con Ellen DeGeneres y, aparte del humor que derrochó al describir la situación, lejos de mostrar su indignación terminó por afirmar que de alguna manera admiró la determinación de las mujeres que le negaron la bebida, aunque reconoció que discutió con ellas durante 20 minutos por lo incomprensible que le resultaba la escena.
Finalmente un encargado terminó por facilitarle una pulsera y Hanks pudo beberse su cerveza de un solo trago, pero la anécdota sirve de ejemplo del buen talante de este actor que podría decirse ha sido catalogado oficialmente como el hombre bueno de Hollywood.
El 22 de diciembre del año pasado el actor, uno de los hombres más poderosos de Hollywood, y su esposa entraron en una hamburguesería de la cadena In-N-Out en Fontana, California y terminó invitando a los comensales después de hacerse selfies con todos los clientes que se lo pidieron y con el personal del establecimiento.
Un par de años antes por las mismas fecha había ayudado a una fan canadiense a ganar una apuesta que consistía en escribir a un famoso y esperar su respuesta. Hanks le contestó con un divertido texto y un selfie en el que aparecía junto a una fotografía que su admiradora le había enviado.
Las anécdotas sobre su generosidad, su dedicación familiar y su ética en el trabajo son innumerables y sus amigos cercanos no dejan de afirmar que realmente es cierto que es buena persona. Así lo afirma en la revista People, el director Ron Howard que llega a decir que esta característica ha llegado a eclipsar su gran talento como actor.
En: ElPaís.com