El estirar el cuello puede ser todo un placer para las personas, aunque sin querer pueda estar poniendo en riesgo su vida. Recientemente un hombre tuvo un derrame cerebral por haberse estirado el cuello.
Aunque para algunos puede ser un acto completamente normal, podría tener consecuencias inimaginables.
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Josh Hader, residente de Guthrie, Oklahoma, se desgarró una arteria vertebral tras haberse tronado el cuello. Esto tuvo unas graves consecuencias, ya que le ocasionó un derrame cerebral.
El sujeto cuenta que sintió el momento en el que empezó a sentir los efectos del derrame:
En el momento en que escuché el pop, todo en mi lado izquierdo comenzó a entumecerse.
Me levanté e intenté sacar una bolsa de hielo de la nevera, y recuerdo que no podía caminar en línea recta.
Tras haber llegado a urgencias, el cuerpo médico le informó que pudo haber perdido la vida vida por esta razón:
Pudo haber formado más coágulos y tener un ataque que terminara con su vida.
Aunque salvó su vida, las consecuencia por el derrame se hicieron presentes. Hader tuvo que usar un parche en su ojo izquierdo debido a que el músculo del mismo debilitó debido al nervio.
Además se tuvo que apoyar en un baston debido a que no podía caminar bien.
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