Ella es una mujer inglesa de 42 años que en enero de este año se casó por segunda vez, como ya había pasado por esto antes decidió que ella se encargaría de todo por sí misma sin pedir ayuda a sus familiares, amigos o alguna planificadora de bodas.
El problema es que a pesar de que planificó todo con mucho detalle, todo lo que pudo salir mal el día de su boda salió aún peor de lo que imaginaba.
Esto provocó que perdiera el 90% de su cabello debido al estrés que le provocó el que debería haber sido el mejor día de su vida.
Dos semanas después de la boda, Michelle comenzó a notar que su cabello estaba cayéndose, encontrando varios mechones de pelo en la almohada de su cama.
“Me horrorizó. Era para haber sido un día especial, pero me dejó tan ansiosa que ahora estoy sin pelo. La gente no percibe cómo puede ser estresante planificar la ceremonia. El sueño de la boda puede convertirse en una pesadilla”
¿Qué cosas salieron mal? Pues compró su vestido por Internet y cuando faltaban solo días para la boda, aún no llegaba a su casa. El día de la ceremonia el peluquero que había contratado falló y tuvo que arreglarse en un salón cualquiera cerca de su casa.
El coro de la iglesia también falló el día de la boda así que tuvo que usar música de internet, la cual se detuvo cuando iba camino al altar así que se casó en silencio.
“Los médicos se preguntaron si yo había pasado por mucho estrés y casi comencé a reírme cuando conté mi boda. Me contaron que desarrollé alopecia. Me quedé con el corazón partido, los profesionales no sabían si mi pelo crecería de nuevo”.
Mira aquí algunas imágenes de la mujer: