La mujer proveniente de los Emiratos Árabes Unidos habría permanecido en este estado durante casi tres décadas en las cuales fue visitada por su familia. Desde 1991, año del accidente, los médicos de una clínica ubicada en Al Ain le dieron los cuidados necesarios para hacer su sufrimiento más llevadero.
Friedemann Müller, uno de los médicos que atendieron a Munira durante años en la clínica Schön, en Bad Aibling, ha dicho que las posibilidades de que un paciente despierte luego de dos años de un coma como en que se encontraba Munira son casi nulas.
Aunque el daño cerebral que ha sufrido Munira durante todos estos años sea irreversible, lo cierto es que ella podrá llevar una vida familiar de manera común y corriente. A partir de ahora deberá desplazarse con una silla de ruedas, pero ya algunos médicos han testificado que ha podido llevar conversaciones de manera normal e incluso recitar de memoria algunas fracciones del Corán.