Un niño le preguntó a su papá cuánto se ganaba al día, el papá respondió que se ganaba $50.000, entonces el niño le pidió prestados $30.000, pero el papá se los negó. El papá lo pensó mejor y le entregó a su hijo los $30.000. Muy feliz, el niño fue a buscar otro dinero que tenía guardado, al ver esto el papá se enojó pero el niño le dijo: “ya tengo los $50.000 para que me vendas un día”. Recuerden que el trabajo es importante pero la familia lo es más.
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