Tener un vaso en la mano no nos cuesta nada, no pesa y es liviano, pero tenerlo durante todo el día con el brazo extendido, luego cansa y entumece a pesar de que sea el mismo vaso y el mismo peso.
Lo mismo pasa con los problemas y las tristezas, si cargamos con ellas durante un largo periodo, nos desgastan, cansan y nos quitan la paz. Aprendamos a soltar y a liberarnos.
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