Un hombre fue a donde Dios con una cruz y le dijo que estaba muy pesada, que no podía con ella, entonces Dios le permitió ir por otra. El hombre solo encontraba cruces peores. Al fin encontró una que le cabía hasta en la mano y cuando se la mostró a Dios, Él se rió porque era la misma que tenía al principio.
En ocasiones creemos tener muchos problemas pero hay personas con más dificultades que nosotros. Entrégale tus problemas a Él y ten mucha fe.
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