Un hijo llevó a su papá a cenar, un hombre de la tercera edad que cuando comía se ensuciaba la ropa. La gente del restaurante en el que estaban los miraban y murmuraban. El hijo le hizo caer en cuenta al papá que no se avergonzaba de él y cuando terminaron fueron al baño para que el hijo limpiara y organizara a su papá. Al salir el hijo pagó la cuenta, pero antes de irse uno de los clientes lo llamó y le dijo “¿usted se dio cuenta que dejó algo en el restaurante?” el hijo respondió que no y el cliente le dijo”nos dejó a todos una gran lección de como amar, valorar y respetar a los papás“.
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