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Según el sitio web del proyecto, el objetivo es reducir en gran escala los gases contaminantes y también adaptar el territorio al cambio climático.
Este importante proyecto ya existe en una ciudad del continente europeo. Desde hace 17 años y por cada nacimiento de un bebé, los habitantes de la ciudad de Lausana, en Suiza, plantan un árbol en su nombre. Sin embargo, Bruselas va más allá y apuesta a más.
El plan, bautizado como “Baby Boom”, contiene consigo diversos objetivos: primero, lo que buscan es “participar en la dimensión internacional requerida por el Pacto de los Alcaldes, ayudando a reforestar los países del Sur“. Esto significa que es un plan que desconoce fronteras y que busca reducir las emisiones contaminantes de la capital belga.
No es un dato menor que al año, en la ciudad de Bruselas nacen unos 3000 bebés, por ende, al sembrar un árbol por cada niño nacido, la reducción de dióxido de carbono podría llegar hasta 13 toneladas al año.