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La respuesta es que podría ser más pronto de lo previsto. El doctor Ian Pearson, experto en estudios del futuro y creador de la compañía Futurizon, que analiza y predice la evolución de la tecnología y su impacto, está convencido de que para 2050 las personas que deseen convertirse en padres podrán hacerlo adoptando niños robots con los que interactuarían a través de gafas de realidad aumentada como las que se están popularizando cada vez más en la actualidad con fines de ocio.
A través de ellas se podría ver al robot moviéndose por la casa o jugando y mantener conversaciones con él.
Esos robots se diseñarían utilizando ADN de sus progenitores humanos: volcando la información de su código genético a una base de datos de un ordenador para que se combinara con el de otro individuo y simular así un niño que existiría solo a nivel virtual.
Ese concepto más propio de un episodio de la serie ‘Black Mirror’ permitiría desarrollar un vínculo afectivo con ese avatar que crecería y cambiaría con un humano pero sin requerir ni un milésima parte del dinero que cuesta criar a un niño y con la ventaja de que ‘dura’ para siempre.