La duquesa de Sussex ha demostrado en muchas ocasiones que sabe utilizar su vestuario, que se analiza siempre al detalle, para enviar el mensaje que considere más oportuno en cada momento: bien sea ofreciendo una publicidad impagable a marcas que representan causas importantes para ella o demostrando que su guardarropa no está compuesto solo por marcas de lujo, como se han empeñado en señalar sus críticos en el pasado.
Este miércoles, Meghan y Enrique han aparecido en público por primera vez acompañados de su hijo Archie durante su visita a Sudáfrica para reunirse con el arzobispo Desmond Tutu en la fundación que este último creo en Ciudad del Cabo. La expectación en torno a la posible participación del pequeño en la agenda de sus padres era máxima, ya que apenas se le había vuelto a ver desde que en mayo le presentaran en público con un posado oficial a los pocos días de su nacimiento.
Meghan y Enrique han elegido para el ‘debut‘ de su bebé de cuatro meses un body color blanco y un simpático peto de rayas de la cadena de tiendas H&M que cuesta alrededor de diez euros y que pertenece a la línea Concious de la compañía sueca, que apuesta por dar “sustentabilidad a la moda”. De esta manera, los duques de Sussex han demostrado que su lucha contra el cambio climático y su compromiso con llevar un estilo de vida sostenible se aplica a su día a día a pesar de la polémica generada recientemente en torno a sus viajes en jet privado. Por otra parte, la propia Meghan ya había utilizado unos vaqueros y un vestido premamá de H&M durante su embarazo para demostrar que sabe combinar las firmas más exclusivas con otras más baratas.
En: BANG MEDIA
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