Nuestro cerebro es quien interpreta los estímulos y los sexuales pueden ser muy variados, todo depende de cada persona y de cada momento. Cuando se siente deseo sexual automáticamente aparecen variedades de respuestas por parte del cuerpo.
Los elementos visuales, la imaginación y la lectura erótica, hacen que el cuerpo sienta deseo y una vez se tiene, automáticamente empieza a cambiar el cuerpo. No se trata solo de la zona genital, hay un aumento de la frecuencia cardiaca, un aumento de la presión arterial, la piel se enrojece porque aumentan los receptores y la mirada cambia. Ya en la actividad sexual se liberan los neurotransmisores en el cerebro: dopamina, oxitocina y endorfinas lo que provoca sensación de tranquilidad y de placer, con lo que se modula la serotonina que mejora el estado de ánimo.
© CARACOL S.A. Todos los derechos reservados.
CARACOL S.A. realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados.