La guardaespaldas, no identificada por razones de seguridad, fue la jefa de protección del duque y la duquesa de Sussex durante menos de un año y fue la primera mujer en desempeñar una función tan importante en la seguridad de la familia real británica.
Cabe recordar, que varios empleados de la casa real han renunciado tiempo después de la llegada de la duquesa, también, hace poco tiempo la asistente personal de la duquesa renunció.
Así, según medios británicos, la renuncia se dio por motivos personales, absolutamente nada que ver con la duquesa, además, los duques están enormemente decepcionados por haberla perdido.