El fantástico hecho ocurrió en el puerto de Hammerfest-Noruega, cuando de un momento a otro Ina Mansika dejó caer su teléfono al mar, y lo que menos se esperaba que viniera un delfín a entregárselo en la mano.
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La mujer, junto a sus amigas y a varios espectadores más, quedaron asombrados al ver que el delfin blanco se percató de la caída del aparato y fue a buscarlo para emerger con el en su boca y entregárselo en la manos a la joven.
Después, acarician al animal en señal de agradecimiento, mientras queda registrado el sorprendente gesto. Además, en las imágenes se aprecia cierta felicidad, y gusto por parte del delfín al sentir el cariño de la humana.
El vídeo ya supera las 135 reproducciones, y cuenta con más de mil comentarios en Instagram.
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