El hijo del artista viajó a España nada más enterarse del fallecimiento de su padre y, desde entonces, ha permanecido en la casa que el cantante posee en la localidad madrileña de Torrelodones. Propiedad que, después de la lectura del testamento del cantante que se realizó el lunes 30 de septiembre, ha pasado a ser del propio Blanes. Como ya indicaron a este periódico el administrador del artista, Cristóbal Hueto, y también su representante durante los últimos 11 años, Eduardo Guervós, además de la residencia en Torrelodones, el hijo de Camilo Sesto ha heredado la vivienda en Las Rozas (Madrid) y una casa en Marbella (Málaga), así como una sociedad de compraventa de inmuebles, varios millones de euros y los derechos de autor de todas las canciones que compuso el artista, cuyas ventas han experimentado un repunte tras su muerte.
Según el testamento, entre las últimas voluntades de Sesto estaba la de crear un museo homenaje en su tierra natal, Alcoy, en Alicante. Un proyecto en el que el mismo Blanes ha asegurado este fin de semana que va a participar: “Voy a velar por el legado de mi padre. Y uno de esos proyectos es poner en marcha el museo de Alcoy”. Para ello tendrá que ponerse de acuerdo con Hueto sobre qué pertenencias de su padre cederá al museo, entre las que estarían sus discos de oro, su vestuario más conocido, algunos cuadros —la pintura era una de sus aficiones— o los manuscritos de las letras de algunas de sus canciones.
En: ElPaís.com