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George Clooney y su esposa celebran su quinto aniversario
Cinco años después de su boda, la unión de esta pareja que se antojaba insólita, parece consolidada. En parte se debe a que
Amal —que adoptó el apellido de su marido tras su boda— ha sido capaz de mantener su posición y hacerle sombra al mismísimo
George. Y a que él, lejos de sentir celos de la posición de su esposa, se siente orgulloso, feliz y dispuesto a ser solo su acompañante cuando toca. No se corta en alabar su inteligencia y en marzo de este año llegó a decir al
New York Daily News: “Muchas veces me siento como un idiota cuando hablo con mi propia mujer”.
Unas palabras que expresaban la admiración que la profesa y que ella ya había confesado sentir también hacia él, unos meses antes, durante la entrega de los
Premios del American Film Institute: “Es más fácil para mí dirigirme a un tribunal en nombre de un detenido, que hablar en público como lo hago esta noche por primera vez sobre
mi esposo. Lo hago por el inmenso orgullo de ver todo lo que ha logrado”, dijo entonces. Y añadió que era “un
caballero en todo el sentido de la palabra” y que aunque él creía en la suerte como factor de su éxito, ella lo atribuía “a su talento y a su increíble carácter”.
Los Clooney se convirtieron en padres de los mellizos Ella y Alexander en junio de 2017. Ni siquiera esa doble responsabilidad les ha apartado de sus profesiones, ni de implicarse juntos en numerosas y significativas causas solidarias a las que han prestado su apoyo y donado generosos fondos: desde apoyar la lucha contra las armas de fuego en Estados Unidos a escolarizar niños sirios, colaborar en momentos de catástrofes naturales, combatir el racismo o secundar a jóvenes que tratan de cambiar sus comunidades.
En: ElPaís.com